jueves, 17 de diciembre de 2009

16 dic Cartagena de Indias


Sentado delante del rehabilitado Convento de Santo Domingo, trago cerveza en el tercer y último "round" de la tarde. El sol empieza a bostezar y la brisa aletea ligeramente los manteles pinzados de las 46 mesas que invaden la plaza. Me distrae este movimiento acompasado, danzante; es muy sexy.
Cartagena es fabulosa, fantástica y maravillosa. Pero es mentira.
Cae la noche y el efecto Parque temático empieza a desvanecerse. El acotado paseo ya me aburrió. El escaparate ha perdido brillo y lo expuesto toma su color original. Las fachadas color pastel son más torta que pastel.
La pequeña Venecia, la perla del Caribe, oscura, suspendida en mi cabeza a base de lánguidos suspiros de aburrimiento.
Sorbo otro trago.
Buscavidas de extracentro requieren amparo de bolsillo de capital extranjero. "Hei mistel!, una moneíca". El turísta frunje desconfiado. Escapuliéndose en esta pequeña maraña urbana finta conocer el terreno: su precipitación hacia la cena tiene los minutos contados. Sin darse cuenta, cruza tres veces la misma esquina, la misma calle, los mismos ojos. Ya no hay reflex digital, no hay objetivo de quilo y medio, no hay confianza.
Me agrada más esta Cartagena que la diurna, porque es la verdadera realidad motriz que hace funcionar las ciudades de plástico: ovejas anglosajonas deambulando exóticamente en mercadillo urbano con hermoso decorado colonial. Cartagena, ángel desangelado. Hoy ya hizo la fotosíntesis.

Sobre las siete empieza mi excursión hacia la Terminal de autobuses. Camino perpétuo, asardinado entre trabajadores, de hora y medio de recorrido. Cruzamos cientos de calles a frenazos, desvíos forzados y trompicones. Una calle cortada porque hay un "mancito" tendido en el arcén con una bala en la cabeza. La justicia sigue durmiendo, nadie le ha avisado, nadie confía.

Cartagena, lo más sincero que siento en tí es tu muralla.

2 comentarios:

  1. Hola Òscar:
    Sigo disfrutando del viaje con tus comentarios y fotos.¡Muchas gracias!
    También a mí me han caido las lágrimas al leer tus recuerdos (del 11 diciem)de las comidas de la abuela y como te veía ahí en el sillón cuando llegaba del trabajo; ese día de la semana era especial y lo siento como si fuera ahora mismo.
    ¡Bueno!, por si se me olvida en el próximo comentario: ¡¡MUY FELIZ NAVIDAD Y AÑO 2010!!. ¿Vendrás para el día de Reyes?, espero que sí.
    +++b!!! de Sofía

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  2. Fèlix, Nandi i Xavier18 de diciembre de 2009, 14:35

    Òscar, Hola! Ens ha agradat molt el teu comentari sobre Cartagena i els seus contrastos...
    Imaginem que malgrat l'interès del viatge, experiències com la que descrius del carrer tallat han de ser molt dures.Ànims!
    Cuida't molt!
    Pares i germà

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