lunes, 9 de noviembre de 2009

4 nov Cusco


Cusco es un cuerpo que atrapa. Su pulso agita al visitante y despierta algo desconocido. La ciudad donde las piedras acumulan energía y las calles susurran vida a través de su gente, te conduce por subidas y bajadas que quiebran el aliento. Sus casas centenarias guardan su secreto inconfesable: la longevidad de su belleza recae en la magia que desprende. Aquí no existe el tiempo, porque Tiempo le guarda a Cusco su mejor cara. La arruga luce bella en el pliegue inclinado de su ladera. La mancha en su piel ilumina como plaza en el trazado de sus calles. El brillo de sus ojos destella a través de sus habitantes. Su aroma gobierna tus percepciones visuales y tiñe de energía el paseo. La visita está cargada de un estímulo onírico. Cusco es un cuerpo que atrapa.

3 comentarios:

  1. vaya, vaya, que romántico!!!, ustedes cada vez están poniéndose a la altura de un neruda, benedetti o ya midieron el paso de alguno, con ese relato da ganas de regresar corriendo al cuzco, que parece una mujer misteriosa y coqueta!

    ta lindo!!
    abracitos

    ResponderEliminar
  2. Pensaba que el éxtasis de Machu Pichu les había dejado mudos definitivamente, pero vista la metáfora de Cusco está claro que aún les queda capacidad para la emoción.
    ¿Qué tal por La Paz?
    Besos

    ResponderEliminar
  3. En veritat deu ser una ciutat plena d'encant ja que la poesia que us fa desprendre es molt alta. EStem contents de rebre de nou noticies vostres que sempre, a més, són estimulants, desitjsble i envejables. Eserem que el reste de viatge sigui tan emotiu com el que porteu a sobre

    ResponderEliminar