viernes, 27 de noviembre de 2009

25 26 27 nov Cañón del Colca


El cañón es una herida abierta. Un corte infinito con miles de metros de profundidad que escarba estratos y deja entrever las capas que existen en la tierra de las épocas más remotas de la formación del planeta. El paisaje se descubre ante nosotros entre paredes rocosas de corte vertical que convergen en el fondo de la falla. Empieza un largo y empinado descenso hasta el fondo del valle, donde el río Colca fluye armoniosamente por su viejo y conocido camino.
Desde lo alto de la montaña se vislumbra un espejismo surrealista fruto de la incidencia del hombre: en el fondo del valle existe un oasis ficticio y completo: palmeras, piscina y césped en medio de un páramo vertical. Parece un bocadillo de pan duro y seco relleno de apetecible lechuga.
Proseguimos nuestra caída hacia los confines de este infierno con esperanza de chapuzón en el río. Nuestro baño, sin embargo, tenía más de voluntad que de firme decisión y la temperatura del agua nos empuja hasta la piscina de un rupestre ressort albergado en este paradisíaco lugar. Dos chapuzones y una siesta más tarde, emprendemos la subida, repitiendo la ruta. Los idílicos y relajantes baños preceden el sofoco y la extenuación. El camino se hace interminable: subimos ciegos, mudos y sordos, concentrados en el final del empinado sendero. Vislumbramos la cima de la colina, coronada por el vuelo de un cóndor solitario.
Más tarde, recordamos el esfuerzo entre risas que evocan cansancio: justa recompensa con refrigerio en mano.

aclaración: comprende las ciudades de Chivay y Cabanaconde.

23 24 nov Arequipa


La Arequipa original fue construida de adobe y techos de paja y cañas, como la mayoría de construcciones rurales de la zona. A raiz de las violentas erupciones de los volcanes que la protejen y la amenazan, nace la nueva ciudad blanca, tal y como se conoce hoy en día.

El sillar es una piedra volcánica blanca con la que se contruye, durante el siglo XVI, todo su centro histórico. La piedra la traen de las canteras del volcán Chachani, de 6075 msnm, que junto al Misti cuidan a esta dama vestida de blanco.

Es bella y coqueta como ninguna otra. De hecho, sus habitantes reclaman su independencia del Perú casi desde su fundación. Su encanto recuerda al de nuestra querida Salamanca, a ratos Córdoba y a ratos Granada. El clima es 100% andaluz. Cielo azul, mucha luz, ese calor seco y geranios colgando de las paredes en un barrio muy parecido al albaicín. No es de extrañar que nuestros antepasados se sintieran como en casa.

El convento de Santa Catalina es una pequeña ciudad dentro de otra. La dama blanca embarazada, su hermosa criatura es un monasterio fundado en 1579, que hasta hoy sigue siendo hogar de algunas afortunadas monjas de clausura. Es un espectáculo arquitectónico, un laberinto pintado de color teja y azul mediterráneo.

Es atrevida, viva, dificil escapar de ella. Resulta tan familiar que al rato de irte ya la echas de menos. Por no hablar de la comida. Definitivamente, donde mejor se come del país.

Nuestras jornadas gastronómicas empiezan, casi si darnos cuenta, en el Mercado de San Camilo. Empezamos con un bocadillo de lechón asado, luego probamos una de las mejores empanadas de nuestras vidas y decidimos empalmar desayuno con almuerzo. Seguimos entonces con el típico rocoto relleno (pimiento rojo picante) acompañado de un delicioso pastel de papa al horno. Al día siguiente regresamos al mercado para proseguir nuestra exploración culinaria. Abrumados por tan deliciosa oferta, decidimos juntar de nuevo todas las comidas del día. Empezamos con el mejor ceviche que hayamos probado y, seguramente, probemos. Seguimos con un platazo de chancho, osea cerdo al horno, crujiente como cochinillo y grande como "truja". Acompañado de un raro y delicioso arroz, patata y ensalada. El empacho es considerable, pero no podía faltar un postre a la altura de tal banquete. Una siesta entreviendo el Barça - Inter en directo. Que más se puede pedir?

lunes, 23 de noviembre de 2009

22 nov San Pedro de Atacama


Calles de arena desérticas, franqueadas por altos muros de barro, en la ciudad donde la lluvia rocía la tierra una o dos veces al año. Un paseo por San Pedro, en el Desierto de Atacama, té dá a entender que estás en uno de los lugares más áridos del planeta. El pueblo es pequeño, un bazar blanco, laberíntico; recoge la mejor esencia del desierto. Las fachadas limpias y sencillas de sus edificios desembocan en acojedores patios interiores que nos han embriagado de nostalgia ibicenca. San Pedro nos acogió con silencio y, como quien mece a un niño, nos balanceó de nuevo hacia Perú. Bonito Chile, breve Chile.

domingo, 22 de noviembre de 2009

19 20 21 nov Salar de Uyuni

Es el oceáno petrificado, congelado, quieto y mudo. Con cuatro horizontes infinitos sobre los que flotan algunos pequeños cerros oscuros a la distancia. Los residuos actuales de lo que alguna vez fué mar, y alguna vez un lago, hoy son diez mil millones de toneladas de sal fina extendidas a lo largo de doce mil kilómetros de altiplano boliviano. Eso es el salar de Uyuni.





miércoles, 18 de noviembre de 2009

martes, 17 de noviembre de 2009

17 nov Potosí

A sus 4000 y pico metros se respira con dificultad, pero es un aire lleno de historia y tradición. Sus calles empedradas, los balcones estilo Pizarro que se desprenden de las fachadas, la Casa de la Moneda y la imponente Catedral hacen gala de un pasado esplendoroso, en el que sus calles lucían recubiertas de plata. Potosí vale más que un Potosí. Y lo vale por los cinco siglos de expolio, genocidio y barbarie.
Hoy día, hemos tenido "la suerte" de vivir un poquito de esa historia en carne propia. Antes de entrar en las profundidades del cerro Potosí, nos llevan al Mercado minero, donde se abastecen las cooperativas que autogestionan la explotación de las más de 200 minas. Allí, compramos los presentes habituale que se les obsequia durante la visita a los obreros del infierno: alcohol puro de 96 grados para beber y sanar las heridas del alma, hoja de coca, refrigerios varios y un poco de nitroglicerina (legal en la ciudad).
Empieza la jornada laboral penetrando la montaña por uno de sus oscuros horificios que conduce al reino de Hades. Como dos "indianas" nos deslizamos por las vías de las carretas cargadas con tonelada y media de materia bruta, que luego es llevada a una planta de refinamiento donde se extrae el zinc, la plata y el cobre. Conversamos luego, largo y tendido, con los mineros sobre la hiostoria de la lucha obrera y nos empapamos un poco de la rutina de su trabajo. La jornada termina acudiendo a la capilla donde se encuentra "el Tío", un demonio con sus cuernos y su miembro erecto, al que rinden tributo los obreros con las ofrendas ya antes mencionadas. Cada viernes le piden que fecunde la Pachamama para que de su unión nazcan vetas generosas de mineral puro.

14 15 16 nov Coroico

Los Yungas son dos valles que bajan del altiplano a la Amazonia. En una de sus colinas se encuentra Coroico, un pueblo destartalado, convertido en segunda residencia de los paceños. Se haya en medio del bosque nublado y es el punto de partida hacia las partes bajas de la selva boliviana. Es una pena: un entorno tan exuberante y un pueblo tan poco pintoresco. Sin embargo, para nosotros ha tenido un efecto balsámico parecido al de un balneario. Hemos pasado la mayor parte de tiempo reposando en el hostal, escuchando la música de la naturaleza desde la piscina.

lunes, 16 de noviembre de 2009

13 nov Tiwanaku

Tiwanaku es un complejo arqueológico cercano a La Paz. Se trata de una cultura preinca, de la que aún falta mucho por desenterrar. Hemos pasado el día observando los totems y una gran pirámide bajo la lluvia y el viento. Ampliaremos detalladamente está información más adelante.

jueves, 12 de noviembre de 2009

11 12 nov La Paz interior

Después de la tormenta llueve con calma. La temporada de lluvias acecha y con ella aparecen los primeros síntomas del invierno.
Sin darnos cuenta hemos caído en la trampa: somos presos en el fondo de este gran cráter, del que no podemos salir.
Se trata de un alto en el camino: recargar las pilas y proseguir la aventura.

8 9 10 nov La Paz exterior

La Paz hace honor a su nombre. Al contrario que Lima y sus contrastes, la Paz es una agradable monotonía, una rutina muy familiar. La paz es un estado de ánimo. Es sentir el sol a las 6 de la mañana filtrando entre la cortina y el cristal. Es desayunar en el residencial barrio de Sopocachi cuando falta una hora para almorzar. Es subir a los cerros que circundan la ciudad para darte el lujo de ver toda esta mancha de ladrillo desde arriba. Es fintar entre los puestecitos del mercado de San Pedro y creer que estás en el lisbonense Bairro Alto. Es zambullir tu cuerpo en el laberíntico mercado del Alto, situado en las colinas que rodean la urbe, y dejarte llevar por la marea. Si la paz es una Virtud que pone en el ánimo tranquilidad y sosiego, nuestra Paz está siendo actividad constante. No sabíamos a qué veníamos exactamente, pero nos ha abierto los brazos y nos sonríe constantemente: sinceramente, nunca otra ciudad nos ofreció tan bueno en tan poco. Pide y recibirás.

martes, 10 de noviembre de 2009

5 6 7 nov Lago Titicaca

El lago visto desde Puno:

No se ve muy bonito. No es culpa suya, lo que pasa es que el viaje ha sido muy duro. Una larga noche sin pegar el ojo, ronquidos, frio e incomodidades varias. Como dos muertos vivientes somos atacados por bandadas de zombies sin piedad, que quieren devorar la poca energia que nos queda. Dicen que quieren llevarnos a unas islas en medio del lago para hacer un festin con nosotros. Obviamente, nos negamos y cogemos el primer bus a Copacabana, Bolivia. Es nuestra única escapatoria.

El lago visto desde Copacabana:

Llegamos de nuevo al ecuador, de nuestro viaje pero. Al fin Bolivia. No es que quisieramos irnos del Perú así, pero la verdad es que se agradece el cambio de aires. Empieza una nueva etapa.

Ahora si se puede admirar lo que tenemos ante nosotros desde una perspectiva mas relajada. Técnicamente se trata de un lago, pero mas bien es un mar a 3800 msnm. Ademas es la cuna de la civilización inca, donde nació su primer dios Viracocha, quien envió a Manco Cápac y Mama Ocllo a fundar el Tahuantinsuyo (imperio inca).

Copacabana es un pequeño puerto que vive del turismo y de la crianza de truchas. La altura se nota un montón, el aire te falta y te mareas a cada paso. La hoja de coca es el único remedio que funciona. Otro día hablaremos de sus propiedades, que son tan infinitas como desconocidas. Es un rincón muy curioso del mundo que comparte con su tocaya brasileña el ambiente nocturno y el frenesí de sus habitantes. Una rara mezcla de indígenas aymaras y extranjeros exiliados de sus paises por motivos que mejor no saberlos.

El lago visto desde la Isla del Sol:

Al día siguiente emprendemos la travesía en una barcaza añeja hacia la isla del Sol. El epicentro de la civilización inca. El trayecto dura unas 3 horas dada la poca potencia a la que rinden los motores a tanta altura. Pero mejor, esa agradable lentitud te sumerge en un mar de luz y agua que recuerda demasiado a nuestro querido mediterraneo. Cierras los ojos y de repente despiertas en el trayecto de ibiza a formentera o del peloponeso a mikonos. Es todo tan estraño y conocido a la vez, es como volver a nuestros orígenes griegos, pero sobretodo es darte cuenta de que en el mundo se repiten los patrones una y de que las civilizaciones lejanas se parecen mas de lo que nos enseñaron de pequeños.

La isla es un pequeño cúmulo de montes áridos, habitada únicamente por indígenas aymaras organizados comunitariamente. Ellos viven de lo que dejamos los visitantes, de sus artesanías, sus patatas y sus ovejas. Es de admirar la autosuficiencia y la humildad de esas gentes, todos deberíamos aprender un poquito de ellos.

Tras una asfixiante caminata por sus cerros, llegamos a nuestro destino. El segundo asentamiento de la isla, al norte, llamado Challapampa. El sol es abrasador, parecemos dos pollos a l'ast, solo faltan las patatas. Nos alojamos con una familia del lugar en una construcción de adobe frente a una hermosa playa, por la que vuelven de trabajar en el campo nuestros anfitriones con sus azadas y ovejas.

Al día siguiente visitamos el sitio arqueológico cerca del pueblo donde se encuentra una enorme roca sagrada para los incas. Ahi acudían sacerdotes de todo el imperio para realizar sacrificios y otros ritos que perduran hasta nuestros días. El lugar es realmente mágico y sobrecogedor. Las playas nada tienen que envidiar a las de las islas griegas o baleares. Es un paraiso perdido en el tiempo, tan desconocido que te hace sentir especialmente afortunado.. Le damos las gracias al lago por acogernos y dejarnos formar parte de su leyenda.

lunes, 9 de noviembre de 2009

5 6 7 nov Lago Titicaca Pics

4 nov Cusco


Cusco es un cuerpo que atrapa. Su pulso agita al visitante y despierta algo desconocido. La ciudad donde las piedras acumulan energía y las calles susurran vida a través de su gente, te conduce por subidas y bajadas que quiebran el aliento. Sus casas centenarias guardan su secreto inconfesable: la longevidad de su belleza recae en la magia que desprende. Aquí no existe el tiempo, porque Tiempo le guarda a Cusco su mejor cara. La arruga luce bella en el pliegue inclinado de su ladera. La mancha en su piel ilumina como plaza en el trazado de sus calles. El brillo de sus ojos destella a través de sus habitantes. Su aroma gobierna tus percepciones visuales y tiñe de energía el paseo. La visita está cargada de un estímulo onírico. Cusco es un cuerpo que atrapa.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

3 nov Machu Picchu

Por fin! Ya somos 2 backpackers (mochileros) oficiales. Nos dieron el carnet, aunque resulta un poco caro (los boletos de tren a machu pichu) Despues de darle 800 vueltas, como buenos catalanes que somos, a las diferentes rutas, desde la mas economica a la mas pija, optamos, como buenos castellanos, por la mas cara. No pretendemos justificarnos, pero escogimos esta ruta por razones temporales, ya que cualquiera de las otras era alargarlo dos dias, con el consecuente gasto del todo innecesario. Asi pues nos plantamos ya de noche en Aguas Calientes, punto de partida de la visita a la ciudad perdida de los Incas. Dormimos en un hostal a pie de via, construido literalmente encima del rio Urubamba, que atraviesa todo el valle sagrado hasta una hidroelectrica, para luego convertirse en riachuelo. Nos levantamos prontito, o sea a las 4, y despietos por la emocion, empezamos a subir casi en vertical a la ciudad que nunca encontraron nuestros antepasados, mas tarde entendimos el pq. La ascension le quita a uno el aliento por dos razones. Una es la prisa para llegar antes que los buses turisticos y evitar las colas para conseguir boleto de entrada al sendero del Wayna Pichu (cupo limitado a 400 personas), que es la montaña sagrada mas importante para los incas, en la cumbre de la cual se encuentra un templo desde el que se tienen las mejores panoramicas del conjunto arquitectonico. La otra es la imagen sobrecogedora de esos gigantes verdes que nos rodean. Para la familia, es como si las cumbres de Montserrat estubieran separadas y cubiertas de musgo verde). Mas que un sendero, son gradas empedradas que suben a traves del bosque nublado, que como su nombre indica estaba bañado por un manto de niebla que le daba el toque etereo a la atmosfera. Llegamos a la puerta de acceso al recinto con un pulmon afuera y el corazon a 300 bpm. La sorpresa es la cola de casi 300 personas que nos precede, lo que pasa es que llegamos al mismo tiempo que el primer bus. Pero no hay de que preocuparse, tenemos los boletos para el Wayna. Entramos y nos quedamos mudos ante tanta magnificencia. Somos tan pequeños.. (ruje, ruje) No se si lo hemos dicho pero la atmosfera del lugar es sobrecogedora, a traves de esa niebla estatica se adivinan las cumbres de los monticulos que nos rodean. Parece un sueño muy muy extraño. Tambien recuerda a esos paisajes de la pintura japonesa o a los dibujitos de Dragon Ball. Vamos directos al control de entrada del sendero del Wayna Pichu. Es una ruta bastante dura, en la que sacamos el otro pulmon y el corazon llega a limites insospechados. Las vistas son hermosazas. Ha valido mucho la pena el esfuerzo. Hay una palabra que resuena en la cabeza de uno durante toda la jornada. ES EL VERTIGO. (tranquila Maite que es en to poetic) Todos lo hemos sentido alguna vez, pero alli es diferente. Es un nuevo vertigo, es miedo, si, pero tambien atraccion. Lo desconocido, el pasado, el infinito. Una rara mezcla muy dificil de describir. No es la atraccion de la muerte, lo que te empuja a saltar, es el misterio de como pudieron contruir tal fortaleza en esas cumbres borrascosas. En fin, como ya llevamos mas de mil palabras, les invitamos a descubrirlo a traves de la seleccion de imagenes que les hemos preparado con mucho cariño.

3 nov Machu Picchu Pics