Llegamos a Piura y nos topamos con el auténtico caos peruano. Nos acorralaron los taxistas en el terminal de autobuses, pero salimos con vida. Visitamos el centro, deteniéndonos a desayunar nuestro tamal diario y el primero peruano. Hemos vivido escenas surrealistas, como una manifestación ecologista de todos los escolares del sitio promoviendo el ahorro de energía, entre otras. Nos ha sorprendido la belleza y amabilidad de sus gentes.
foto: corresponde al desierto entre Piura y Trujillo.
Gracias por mantenernos informados! De nuevo, foto bonita!!!
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